Gestionar el agua de riego de forma precisa.
El agua es un bien escaso, por tanto invertir en el conocimiento que nos ayude a decidir cuánto y cuándo regar será cada día más importante.
Para decidir cuánto y cuándo regar necesitamos conocer:
- La demanda hídrica del cultivo.
- El agua disponible en el suelo.
- La distribución del agua por el sistema de riego.
Esta metodología es aplicable a todos los cultivos en los que el riego se convierte en un factor decisivo de la producción, por su coste o por ser determinante de la calidad o de la cantidad de la cosecha.
Tras mi experiencia en el asesoramiento agrícola considero el riego una herramienta decisiva para optimizar los cultivos. De todos es sabido la dificultad para valorar si estamos regando bien, es decir, cuando estamos regando con la cantidad de agua y frecuencia necesaria para optimizar la producción. Es difícil medir el agua disponible para la planta en cada momento o medir el agua que perdemos por percolación profunda. Sin embargo, el desarrollo de sensores y dataloggers en un principio para la investigación pero ya disponibles para la agricultura nos permiten enfrentarnos al problema de cuánto y cuándo regar con mucha precisión.